domingo, 18 de enero de 2009

operación market garden

La operación Market Garden (17 al 25 de septiembre de 1944) fue una operación militar de las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial. Fue la mayor operación aerotransportada aliada, cuyo objetivo táctico era capturar una serie de puentes sobre los principales ríos de los Países Bajos (bajo ocupaciónalemana). La operación fue también el mayor fracaso militar de los aliados en la contienda con Alemania.

La ocupación se planeaba hacer con fuerzas aerotransportadas combinadas con unidades blindadas terrestres. Una vez ocupados estos puentes, se crearía un corredor a través del cual las fuerzas aliadas podrían cruzar el río Rin, la última barrera natural antes de entrar en Alemania. El alcance de la Operación Market Garden la hace comparable con el desembarco de Normandía. La Operación estaba planeada para dar un golpe definitivo a Alemania, que pusiera fin a la guerra en 1944.

Los aliados consiguieron capturar exitosamente los primeros puentes, pero el resultado global de la Operación fue un rotundo fracaso, al no poder ocupar el puente final en Arnhem. La contraofensiva alemana destruyó la 1ª División Aerotransportada Británica, además de causar más bajas en los aliados que las que tuvieron durante la invasión de Normandía. La derrota aliada es considerada la última de las grandes victorias tácticas del Tercer Reich en la campaña occidental y alargó la guerra en Europa casi un año más.


Antecedentes 

A finales de la Segunda Guerra Mundial, los países Aliados llevaron a cabo la Operación Overlord, que comenzó la invasión aliada por el norte de Europa.Overlord pretendía cerrar el cerco a Alemania por el frente Occidental, mientras el ejército soviético avanzaba hacia Alemania desde el frente Oriental. Esta operación militar comenzó el 6 de junio de 1944, con el desembarco de Normandía, y continuó hasta la liberación de París el 25 de agosto de ese año. El éxito de Overlord permitió a los aliados establecer una cabeza de playa en el norte de Francia, donde podrían recibir suministros desde ultramar, y partir de allí para avanzar sobre Alemania y poner fin a la guerra.

Estado de las fuerzas alemanas 

El ejército alemán sufrió cuantiosas pérdidas durante el desembarco de Normandía y las batallas que le siguieron. En dos meses, las tropas alemanas enFrancia tuvieron más de veinte mil muertos, casi doscientos mil desaparecidos o capturados y casi setenta mil heridos,1 viendo sus fuerzas de infantería reducidas a menos de la mitad. Las fuerzas supervivientes se retiraron a través de los Países Bajos y el este francés, pretendiendo alcanzar la frontera alemana a finales de agosto de 1944. A lo largo de 630 km de esta frontera se encontraba trazada una línea defensiva llamada Muro del Oeste (apodada Línea Sigfrido por los aliados). Las tropas alemanas suponían que estarían a salvo una vez consiguieran atravesar la Línea Sigfrido.

Durante la retirada, los alemanes trataban de reorganizarse sobre la marcha, pensando que el enemigo los perseguía de cerca. Atravesar Francia no era fácil, pues los partisanos franceses hacían lo posible por dificultar la huida alemana, con estrategias que iban desde tender un cable en la carretera para derribar soldados, o llenar la vía con clavos, hasta emboscadas organizadas donde soldados alemanes eran capturados o muertos. Adicionalmente, las tropas alemanas tenían dificultades para conseguir alimentos en Francia. La retirada a través de los Países Bajos fue menos difícil. La población era allí menos hostil y las tropas avanzaban más rápido.2

Estado de las fuerzas aliadas 

En el centro de Francia, el ejército estadounidense se aproximaba a Alemania en dos frentes: uno, el 12° grupo de ejércitos estadounidense, bajo el mando del general Omar N. Bradley, que se aproximaba a la frontera alemana cerca de Aquisgrán; y otro, en el 6º grupo de ejércitos, comandado por el general Jacob Devers, que avanzaba desde la costa sur francesa. Al norte, el 21º grupo de ejércitos británico, bajo el mando del Mariscal de Campo Montgomery, avanzaba en un frente que iba desde Amberes hasta la frontera norte de Bélgica.


Aunque los alemanes pensaban que su enemigo acortaba distancias en la persecución por el norte, en realidad la situación era otra por cuestiones de organización en el ejército aliado, ya que los eventos no habían transcurrido como los aliados planearon. El General Dwight Eisenhower, Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas, esperaba que los alemanes se defenderían en cada accidente natural que encontraran en su retirada a través de Francia. El estimado de los aliados era que tardarían once meses, contados a partir del Día D, en alcanzar la frontera alemana. Sin embargo, su previsión se desmoronó cuando se vieron adelantados siete meses en sus planes, ya que, el 4 de septiembre de 19443 se encontraban ya en Amberes. Este avance inesperado acarreó problemas de suministro, ya que no habían planeado un suministro de víveres, municiones y gasolina para un avance tan veloz. Los tanques y transportes necesitaban 3,5 millones de litros de gasolina diariamente, los cuales no llegaban a su destino con rapidez.

El suministro de provisiones solamente se podía hacer desde los puertos artificiales construidos en las playas de la invasión en Normandía y desde el cercano puerto deCherburgo. Alemania controlaba otros puertos que habrían podido facilitar el suministro, así como el estuario del Escalda, que daba acceso a Amberes. A pesar de que los suministros llegaban a tiempo a los puertos, era necesario transportarlos por tierra hacia donde estaban las tropas, cada vez más lejanas. Se llegó al extremo de tener 70 mil toneladas de provisiones en Cherburgo esperando un transporte terrestre que los llevara al frente. El transporte ferroviario era prácticamente nulo pues muchas vías habían sido destruidas durante los bombardeos. Además, los aliados tenían más de mil camiones de carga averiados, y los transportes de tropas fueron fletados para sustituirlos. Algunas piezas de artillería pesada tuvieron que abandonarse al oeste del río Sena, para liberar sus transportes.

Para proseguir su avance hacia Alemania como habían planeado, los aliados tuvieron entonces que elegir entre buscar una solución a sus problemas de logística, despejando el acceso por canales hacia Amberes; o buscar una estrategia para destruir al ejército alemán, que ellos suponían se encontraba maltrecho y desmoralizado, abriendo así un corredor de acceso al Reich para las tropas aliadas. Entusiasmados por las recientes victorias, muchos comandantes aliados se pronunciaron por perseguir al ejército alemán en retirada, alegando que ellos podrían finalizar la guerra, si se les dieran las provisiones adecuadas. Cada quien a su manera, tanto Bradley como George Patton y Montgomery favorecían la idea de dar un golpe único y decisivo que cruzara el Rin y aplastara al ejército alemán; mientras que Eisenhower prefería un avance lento pero más amplio, siguiendo los planes trazados antes del desembarco de Normandía.

Alternativas planteadas al plan de avance aliado 


Bradley y Patton sugirieron que se tomara la ciudad de Metz y se penetrara hacia el este en la zona industrial de Sarre, atravesando la Línea Sigfrido y continuando hacia el río Rin, y propusieron que Montgomery atacara desde el norte, ocupando el valle del Ruhr. Así se lo comunicaron a Eisenhower el 4 de septiembre de 1944.

Montgomery arguyó que dicho plan separaría a las fuerzas aliadas sin necesidad y que los problemas de suministro serían aún más graves si se tuviera que atender dos frentes simultáneamente. En su lugar, el general británico sugirió la Operación Cometa, consistente en un asalto llevado a cabo por fuerzas aerotransportadas, reforzadas por fuerzas terrestres. Varias veces en agosto, Montgomery había sugerido ya una operación parecida, de modo que ésta era una nueva tentativa por convencer a Eisenhower. El Comandante Supremo prefería dedicar sus fuerzas a asegurar que todos los puertos del Canal de la Mancha fueran capturados y los canales hacia Amberes se despejaran de enemigos.

Dudas de Eisenhower y concepción de Market Garden 

Montgomery estaba convencido de que la Operación Cometa sería fatal para Alemania y de que sería lo único que los aliados necesitarían para derrocar al Reich. La primera reacción del General Eisenhower fue pensar que el plan de Montgomery "no es realista y sí fantasioso. No hay una sola alma que piense que es factible, excepto Montgomery".4 La disputa entre el Comandante Supremo de los Aliados y el general más destacado de Gran Bretaña se hacía evidente.

Sin embargo, el 5 de septiembre, Eisenhower tomó la decisión de aceptar el plan de Montgomery, pero dio instrucciones para no ejecutarlo inmediatamente:

Estoy de acuerdo con su concepción de un golpe único y poderoso que nos lleve a Berlín,....pero no inmediatamente, ya que no debe hacerse a expensas de las demás maniobras planeadas. Por el momento, no podemos relocalizar a nuestros recursos militares para respaldar una maniobra sobre Berlín
Dwight Eisenhower, 5 de septiembre de 19445

Esa misma tarde, Eisenhower envió el mensaje, el cual llegó a manos de Montgomery 36 horas después. Éste, sintiendo que la Operación Cometa había sido rechazada una vez más, solicitó una reunión urgente con el Comandante estadounidense, la cual se llevó a cabo en Bruselas el 10 de septiembre.

En la reunión, Montgomery abogó furiosa y porfiadamente por su plan. A su favor estaba el hecho de que Londres había sido blanco de un bombardeo con cohetes V-2 dos días antes, y se suponía que las bases de los V-2 estaban en los Países Bajos, por lo que, según Montgomery, invadir los Países Bajos era apremiante. Además, adujo que sus tropas no estaban recibiendo la prioridad adecuada en la distribución de suministros y que se estaba dando preferencia a Patton con su plan de atacar Sarre, a expensas de las tropas británicas.

Concepción de la Operación 

Ante la nueva negativa del Comandante Supremo, Montgomery descartó la Operación Cometa y ofreció un plan aún más ambicioso, que ocuparía al triple de soldados. Dicho plan era la Operación Market Garden.

El plan consistía en un ataque por Arnhem, que rodearía la línea Sigfrido por el norte, y atravesaría el río Rin, atrapando de este modo al 15° Ejército alemán entre Arnhem y la costa de IJsselmeer. Posteriormente, las tropas aliadas podrían irrumpir en el valle del Ruhr, y avanzar a continuación hacia Berlín.

Eisenhower estaba bajo presión de Estados Unidos para utilizar las numerosas tropas aerotransportadas que habían sido reagrupadas en Inglaterra después del Día D y la batalla de Caen. Estas tropas formaban elPrimer Ejército Aerotransportado Aliado, consistente en tres divisiones aerotransportadas estadounidenses y dos británicas.

Este ejército ocioso, junto con la Primera Brigada Independiente de Paracaidistas polaca, esperaba participar en alguna operación militar, después de 18 misiones canceladas. El renovado plan de Montgomery prometía dar salida a este dilema, al requerir a la mayoría de los paracaidistas. Además, el plan tenía otras ventajas: aislaría a los sitios de lanzamiento de los cohetes V-2, revitalizaría el lento avance aliado; y, al rodear la línea Sigfrido, evitaría un enfrentamiento directo con las tropas nazis, que se suponía se dirigían hacia la seguridad de dicha línea.

Eisenhower quedó impresionado con el nuevo plan y solicitó que se ejecutara de inmediato.6 La operación propuesta por Montgomery tomó la forma de una combinación de dos operaciones militares: Market yGarden:

  • Market se planeó para ocupar, con paracaidistas, una serie de puentes tras las líneas enemigas, y mantener los puentes ocupados durante tres o cuatro días mientras llegaban refuerzos de Garden.
  • Garden fue planeado con base en un avance terrestre hacia el norte para alcanzar los puentes tomados por los paracaidistas, reforzar las unidades de estos últimos y establecer un corredor bajo dominio aliado que, atravesando territorio ocupado por el enemigo, permitiera un acceso seguro hasta Alemania.

Desarrollo del plan 

Montgomery fijó la fecha para ejecutar la Operación Market Garden para el domingo 17 de septiembre de 1944. La parte aerotransportada del plan fue concretada por un equipo de 27 oficiales, encabezado por elteniente general Lewis Brereton, reunido en su cuartel en Sunninghill Park, cerca de Londres, el 10 de septiembre de 1944.

Brereton y su equipo tenían solo una semana para planear los detalles de una operación aerotransportada mayor que cualquier otra de la historia. El equipo comenzó los trabajos con la confianza de que en el pasado habían planeado numerosas operaciones (incluida la Operación Cometa) que, aunque menores, proveían de una base sólida para comenzar. Lewis Brereton tenía una gran experiencia en operaciones aéreas, aunque no había participado antes en una operación de paracaidismo. Su asignación anterior había sido comandar al 9° Ejército de las Fuerzas Aéreas del Ejército.

Obstáculos físicos para llegar al Rin 


Entre las tropas aliadas y la orilla norte del río Rin había ocho grandes obstáculos fluviales. De este modo, era necesario capturar y retener los puentes que los sorteaban, prácticamente de manera simultánea. En caso de que los puentes no pudieran ser asegurados, los ingenieros militares podrían construir pequeños puentes para pasar los canales más pequeños; pero los ríos Waal (en Nimega) y Rin (en Arnhem) no podían ser cruzados de otro modo más que sobre los puentes existentes.

La autopista 69, después llamada "La autopista del infierno" (o Hell's Highway) atravesaba la ruta propuesta de sur a norte. Estaba elevada sobre el terreno, en aproximadamente un metro, de manera constante. El terreno que rodeaba la autopista era demasiado débil para soportar el transporte de maquinaria militar. Una solitaria colina de cien metros de elevación, cerca de Groesbeek, estaba en la ruta. La captura y defensa de esta colina era considerada vital para retener los puentes de la autopista.

Market 

Como fue concebido, Market haría uso de tres de las cinco divisiones del Primer Ejército Aerotransportado (1st Airborne Army).

  • La 101ª División Aerotransportada de Estados Unidos, bajo el mando del Mayor General Maxwell D. Taylor, descendería en dos lugares diferentes, justo al norte del Cuerpo XXX del Ejército Británico, para tomar los puentes que estaban al norte de Eindhoven en un trecho de 25 km, en Son en Breugel y Veghel.
  • La 82ª División Aerotransportada de Estados Unidos, bajo el mando del Mayor General James M. Gavin, descendería al noroeste, para tomar los puentes en GraveNimega, en un trecho de 16 km. El británico Frederick Browning participaría en el primer salto, para establecer su cuartel cerca de Nimega y poder comandar desde el frente.
  • La 1ª División Aerotransportada Británica, comandada por el Mayor General escocés Roy Urquhart, y la Primer Brigada Independiente de Paracaidistas polacos, comandados por el Mayor General Stanislaw Sosabowski, caerían en el extremo norte de la ruta, para tomar el puente de Arnhem y el puente ferroviario enOosterbeek. El puente de Arnhem, de 600 metros de longitud, era el objetivo más importante de toda la Operación Market Garden. Sin su captura, el cruce del Rin no quedaría asegurado para los aliados y toda la Operación habría sido en vano. El desafío adicional para Urquhart y Sosabowski era que sus soldados tendrían que pasar tres o cuatro días sin que los refuerzos de Garden llegaran.



Una vez en tierra, cada una de las tres Divisiones debería contactar con la resistencia neerlandesa para proveerles con armas y suministros e integrarlos a su ofensiva.

Para transportar por quinientos kilómetros a casi 35 mil paracaidistas, prácticamente el doble de los que intervinieron en la invasión a Normandía, era necesario planear una complicada logística aérea, que involucrara naves de transporte, naves de protección y de suministro. El corazón de la flota consistía en aviones que transportaban tropas y además remolcaban planeadores. Los planeadores aterrizarían con su carga de artillería, jeeps y un tercio de los soldados. El resto de los soldados tendría que lanzarse en paracaídas. Se necesitarían más de 1.500 cazas para proteger los transportes. Se emplearon veinticuatro campos aéreos ingleses7 para los despegues, y las rutas aéreas entre estos y los Países Bajos tenían que ser cuidadosamente trazadas para que no hubiera cruces y colisiones, y a la vez evitar las zonas protegidas con fuego antiaéreo. Esto último era especialmente importante, ya que los planeadores no contaban con ningún tipo de blindaje, y los transportes aéreos C-47 Skytrainutilizados no estaban equipados con tanques de combustible autosellantes.

La decisión más importante que necesitaba tomarse era la hora del descenso. Anteriormente, todas las operaciones de paracaidistas de gran envergadura habían sido siempre ejecutadas de noche para maximizar el sigilo y la sorpresa en el enemigo. Sin embargo, la penumbra también había causado problemas porque era fácil que hubiera confusión, tropas perdidas y bajas innecesarias. Además, en la semana para la cual se había programado Market Garden, había luna nueva, lo cual hacía prácticamente imposible que los planeadores pudieran aterrizar. Brereton tomó entonces la decisión de llevar a cabo la operación a plena luz de día. El Teniente General decidió también que Market sería comandado por el Teniente General británico Frederick Browning, quien ya había sido designado comandante de la abortada Operación Cometa. La designación significaba que por primera vez las tropas de paracaidistas estadounidenses estarían bajo el mando de un británico.


Garden 


Principalmente, Garden se componía de las fuerzas del Cuerpo XXX, que eran el corazón del 2° Ejército Británico, al mando del Teniente General Brian Horrocks. El Cuerpo XXX estaba reforzado por la brigada neerlandesa Princesa Irene y el Grupo Blindado de la Guardia Irlandesa. Las tropas de Garden debían partir por tierra desde un puente en el frente aliado cerca de Neerpelt, en la frontera oriental de Bélgica. Este puente, sobre el canal Mosa-Escalda, debía ser capturado por la Guardia Irlandesa un día antes del comienzo de la operación.

Garden se diseñó para que el Cuerpo XXX llegara en tres o máximo cuatro días hasta donde estaban los paracaidistas de Market, asegurando los puentes capturados. El plan contemplaba que en el primer día alcanzaran el extremo sur del trecho controlado por la 101ª División; el segundo día llegaran hasta contactar a la 82ª División, y al final llegaran hasta donde estaba la 1ª División en Arnhem. Adicionalmente, se aprovecharía para reforzar con unidades de infantería las posiciones defensivas de los paracaidistas, liberándolos para otras operaciones.

Horrocks esperaba que entrando a los Países Bajos, podría llegar a Eindhoven en dos o tres horas. El posterior trayecto desde Eindhoven hasta Arnhem, significaba que las tropas y los tanques de Horrocks tendrían que recorrer 103 kilómetros en tres o cuatro días, sobre la autopista 69. Se esperaba que veinte mil vehículos aliados transitaran hasta Arnhem en sesenta horas, convirtiendo a la autopista 69 en una vía de un solo sentido.

Para que Horrocks tuviera éxito, era esencial que los paracaidistas capturaran y conservaran intactos todos los puentes que había en el trayecto. En caso de que los alemanes reaccionaran rápidamente y destruyeran los puentes, los ingenieros militares tendrían que construir puentes provisionales para permitir que el Cuerpo XXX continuara su carrera hacia Arnhem. Para esto, Garden fue provisto de 9.000 ingenieros militares.

Situación en la semana previa a la batalla 

Fuerzas alemanas 

Los alemanes estaban sorprendidos por el repentino cese de la persecución. Aunque no podían explicarse porqué el ejército aliado se había detenido, la semana transcurrida entre el 10 y el 17 de septiembre de 1944 fue decisiva para que los alemanes pudieran reorganizarse y proveerse nuevamente de equipo.8 Varios batallones y pelotones se reorganizaron por completo, dividiéndose e integrándose a otras unidades, de acuerdo a las posibilidades de la situación. Por ejemplo, el Batallón de Ingenieros 9SS de Hans Möller, reunió a los 90 hombres que habían sobrevivido a la retirada y se organizó como un pelotón de infantería de emergencia. Algunas veces era la improvisación quien dominaba el proceso de reorganización; otras, era la naturaleza del equipo bélico que les llegaba, pues a veces se veían provistos con armas antitanques, o lanzallamas, o algún otro tipo de armamento.

Días antes, y sin saber de la invasión a Arnhem, el Comandante del 2º Cuerpo Panzer SS, Wilhelm Bittrich, ordenó a la 10ª División Panzer SS que estableciera la retaguardia al oeste de Maastricht. En su camino, la División descubrió un tren abandonado cargado con cuarenta piezas de artillería pesada y en Maastricht reunió varias unidades de soldados alemanes que habían sido desbandadas. Bittrich ordenó a la División ir hacia Arnhem, a donde llegaron con sus nuevos refuerzos humanos y materiales. La 9ª División Panzer SS estuvo en actividades semejantes cerca de Nimega y se reunió con su División hermana en Arnhem. Entre las dos divisiones sumaban 6 o 7 mil hombres.9

El 15 de septiembre, la Wehrmacht capturó al espía doble Holandés Christiaan Lindemans.10 Este informó a los alemanes que un ataque aliado por tierra tendría lugar el 17 de septiembre. La noticia no sorprendió a los alemanes, pues para ellos el ataque era inminente. El espía, aunque no conocía los planes aerotransportados, informó también que un ataque con paracaidistas tendría lugar en Eindhoven el mismo día. Los alemanes no le encontraron sentido a esta afirmación, ya que Eindhoven podía ser capturado por los aliados con una simple operación terrestre, así que descartaron el informe.

Fuerzas aliadas 


El 10 de septiembre, la resistencia Holandesa informó acerca de movimientos detectados en las fuerzas alemanas que indicaban que el ejército nazi se estaba reagrupando tras su retirada. A través del Comandante Arnoldus Wolters, marino Holandés en el exilio en Londres y principal contacto militar con los Países Bajos, la resistencia envió a los aliados dos informes separados informando de la llegada de "una columna de por lo menos cincuenta tanques Panzer" que se dirigía hacia Arnhem. Los aliados efectuaron vuelos de reconocimiento que mostraron tanques alemanes a quince kilómetros de donde los paracaidistas británicos aterrizarían. Montgomery supuso, erróneamente, que dichos tanques estaban averiados y que por lo tanto no representaban un peligro.

El ejército de Estados Unidos tenía a su disposición 1,545 transportes aéreos y 478 planeadores. Los comandantes de División pidieron efectuar la operación en dos saltos el primer día. Sin embargo, Brereton programó un solo salto durante cada uno de los tres días previstos para la operación, con el objetivo de programar mantenimientos y darle descanso a las tripulaciones. Esto implicaba que la 82ª División Aerotransportada estaría sin artillería hasta un día después del salto, la 101ª División Aerotransportada lo estaría por dos días, y la 1ª División Aerotransportada Británica estaría sin una Brigada completa por tres días. La selección inicial de los lugares para el salto no fue la ideal: algunas zonas de aterrizaje estaban a 15 km de los puentes que debían ser capturados, o los terrenos eran demasiado pantanosos como para resistir el aterrizaje seguro de los planeadores.

Brereton revisó el plan, buscando que los suministros estuvieran a disposición de los paracaidistas en el menor tiempo posible y que los puentes fueran capturados de forma tal que las fuerzas aliadas no se separasen innecesariamente. Los saltos fueron programados de sur a norte, para facilitar el avance del Cuerpo XXX.

Mientras que los planes de invasión de Sicilia y Normandía habían madurado a lo largo de meses, el plan de Market Garden tuvo que estar listo en una semana, con los previsibles errores y lagunas.

Ejecución de la Operación Market Garden 

Primer día, el asalto (17 de septiembre) 




En la noche del 16 y la madrugada del 17 de septiembre de 1944, los aliados enviaron 1.400 bombarderos para diezmar las defensas antiaéreas que los alemanes tenían en las zonas donde iba a ocurrir el asalto horas después.

A las 9.45 de la mañana del 17, durante dos horas y cuarto, salieron de Inglaterra 1.545 transportes aéreos motorizados C-47, remolcando 478 planeadores, protegidos por 1.131 cazas y bombarderos SpitfireThunderboltTyphoonMustang y otros. La enorme flota formaba una "alfombra" de 16 km de ancho y 150 km de longitud.

Éxito inicial 

Las primeras horas de la Operación fueron un éxito para los aliados. A pesar de algunos problemas en el despegue y el trayecto, la mayoría de las tropas llegaron a descender sin problemas. El 89% de los paracaidistas de la 82ª División y el 84% de sus planeadores aterrizaron dentro de un radio de 1 km de su objetivo. Como referencia, en operaciones aerotransportadas se habían dado casos de más de 20 km de error. Las bajas causadas por el fuego antiaéreo alemán (FlaK11 ) fueron pocas.

  • En el sur, los 7.000 paracaidistas de la 101ª División no encontraron mucha resistencia, y rápidamente capturaron cuatro de los cinco puentes que se le habían asignado. Sin embargo, al aproximarse después de varios combates al puente de Son, los alemanes lo hicieron explotar. Los estadounidenses hicieron contacto con la resistencia neerlandesa y de inmediato los integraron a sus tropas.
  • Más al norte, los 7.277 paracaidistas y los 48 planeadores de la 82ª División aterrizaron sin inconvenientes e hicieron contacto con la resistencia neerlandesa como planeado. La División tomó el puente de Grave en cuestión de tres horas, y el puente Heumen, en un canal del Waal, en seis horas. La colina que dominaba los bosques aledaños a Groesbeek, y que era la única prominencia del terreno, fue capturada también. El 508° Regimiento de Paracaidistas fue enviado a capturar el puente de Nimega, pero fue detenido por tropas alemanas del 9° Batallón SS, dejando el puente en manos alemanas por el primer día.
  • En el extremo norte de la Operación, la 1ª División Británica, apodada Los Diablos Rojos, aterrizó sin mayores incidentes. De acuerdo al plan, sólo la mitad de la División había hecho el primer salto. Siguiendo instrucciones, la División se separó: mientras una parte avanzaba hacia el puente de Arnhem, la otra parte se quedó en las zonas de aterrizaje durante la noche para defenderlas, pues el segundo salto tendría lugar allí mismo al día siguiente. El Escuadrón de Reconocimiento, en jeeps, fue enviado como avanzada hacia Arnhem para retener el puente mientras llegaba el resto. Sin embargo, el Escuadrón no pudo avanzar mucho tras encontrar puestos de resistencia alemanes en su camino. Dos de los tres batallones de la 1ª Brigada de Paracaidistas fueron emboscados por unidades alemanas. El 2° Batallón, encabezado por elteniente coronel John Frost, pudo esquivar la resistencia alemana tomando una ruta hacia el sur y rodeando las rutas obvias hacia Arnhem. Frost y su batallón llegaron al extremo norte del puente de Arnhem por la tarde y establecieron posiciones defensivas. El batallón revisó el puente y desactivó las cargas explosivas que habían sido colocadas por los alemanes. Hubo dos intentos británicos por capturar el puente en su totalidad pero fueron infructuosos y Frost se mantuvo aislado en el extremo norte. A pesar de que Wolters se encontraba con las tropas británicas, no se contactó a la resistencia neerlandesa durante el primer día.
  • A las 14:35, en cuanto se recibió el aviso de que los paracaidistas habían aterrizado y tomado posiciones, el General Horrocks dio la orden para comenzar el avance por tierra. Horrocks no había querido avanzar antes para no correr el riesgo de encontrarse solo, en caso de que la operación aerotransportada hubiera sido cancelada, como había sucedido en otras operaciones anteriores. El Grupo de Guardias Irlandeses abría la marcha del contingente terrestre, al mando de Joe Vandeleur. Abrieron fuego antes de avanzar, apoyados por cazas Typhoon, para despejar el inicio del camino, antes de comenzar su carrera blindada, a 13 km/h. Casi inmediatamente cruzaron la frontera de los Países Bajos y se encontraron con resistencia alemana, que destruyeron a costa de bajas y retrasos. Al anochecer, a las 17.00, estaban aún a 15 km de Eindhoven.

Problemas de comunicación 

Casi inmediatamente, las tropas británicas en Arnhem notaron que la comunicación por radio era mala. Era previsible cierta pérdida de comunicación si las radios se usaban a más de 8 km entre ellas, y las distancias entre los diferentes grupos británicos llegaron a ser de 12 km. Pero luego se comprobó que los aparatos tampoco funcionaban dentro de su radio de alcance, pensándose entonces que los equipos estaban defectuosos. Estudios recientes sugieren que el alto contenido de hierro en el suelo neerlandés fue el causante de interferencias.12 Las unidades de la 1ª División Aerotransportada no pudieron comunicarse entre sí ni con los bombarderos británicos que podrían haberles apoyado contra la defensa alemana.

Reacción alemana 

Inicialmente, el ejército alemán estaba confundido, ya que el ataque los había tomado por sorpresa, las dimensiones de las fuerzas aliadas eran impresionantes y no había claridad en cuanto a los objetivos de los aliados. Había reportes de combates por doquier y sin relación aparente entre sí. Para aumentar la confusión, la Real Fuerza Aérea Británica había dejado caer muñecos paracaidistas en la zona cercana a Utrecht, con el propósito de desviar tropas alemanas. También había rumores de que los aliados habían hecho otros saltos en Varsovia (Polonia) que resultaron ser falsos.

Los alemanes reaccionaron entonces improvisando sin entender cuál era el alcance del asalto aliado. Sepp Krafft, Capitán de las SS, estaba realizando ejercicios con el 16° Batallón de Entrenamientos y Reemplazos en un área próxima a las zonas de asalto cercanas a Arnhem. Cuando los paracaidistas aliados comenzaron a aterrizar, Krafft organizó la resistencia con las fuerzas que tenía disponibles y consiguió bloquear los dos accesos principales a Arnhem, impidiendo así el acceso a dos de los tres batallones británicos en la zona. Esta acción dio tiempo para que, entre las 20:00 y las 23:59, el SS Kampfgruppe Spindlerllegara para reforzar la resistencia alemana. Spindler se apostó a la entrada de Arnhem, lo cual facilitó el repliegue de Krafft.

Al sur, en Vught, el Coronel General de la Luftwaffe Kurt Student vio pasar a los aliados por encima de su cuartel. Su primera reacción fue de admiración hacia una fuerza aerotransportada mayor que las que él había encabezado como comandante de los Fallschirmjäger. Esa tarde, un planeador Waco aliado fue derribado cerca de donde estaba Student. El planeador contenía varias órdenes escritas sobre el plan Market:

...la 101ª División Aerotransportada debe capturar los cruces de los obstáculos fluviales en Son-St. Oedenrode y Veghel. Debe también retenerlos hasta la llegada de las fuerzas terrestres británicas - la División Blindada y las 43ª y 50ª Divisiones de Infantería.13

Este mensaje, aunque parcial, fue lo suficientemente claro para Student, quien había ejecutado operaciones similares cuatro años antes. Como las vías de comunicación habían sido cortadas, Student envió un mensajero a su superior, el Mariscal de Campo Walther Model.



Durante las primeras horas del asalto, Model pensó que los aliados tenían el propósito de capturarlo a él y huyó hacia Doetinchem, haciendo varias paradas en el camino y cambiando su ruta para despistar. Estos movimientos provocaron que el mensajero de Student tardara diez horas en localizarlo. Sin embargo, el mensaje era tan preciso en su descripción de Market Garden que Model dudó de su autenticidad y no comunicó el mensaje a sus superiores.14

A las 15:00, Model y Bittrich se reunieron en el cuartel de este último en Doetinchem. Una vez en el cuartel de Bittrich, llamaron a su superior, el Mariscal de Campo Gerd von Rundstedt para diseñar un plan de defensa y solicitar refuerzos. Von Rundstedt había tomado el cargo de Comandante en Jefe Occidental15 un mes antes. Conocía bien a Montgomery y a Patton, y estaba convencido de que la mayor amenaza para el Reich eran las fuerzas de Patton que amenazaban Sarre. Al saber de los reportes de Model y Bittrich, se sorprendió del movimiento aliado y ordenó que las unidades alemanas que esperaban a Patton en Aquisgrán se desplazaran hacia el norte para rodear la línea Sigfrido y se unieran al ejército de Model. Esta arriesgada maniobra desprotegía la línea de defensa que von Rundstedt había preparado, además de que dichas unidades tardarían 48 horas en llegar a los Países Bajos. Sin embargo, von Rundstedt estaba convencido de que Patton podía esperar.

Dentro de las filas alemanas, Walther Model se destacaba por su capacidad de improvisación y de tomar decisiones acertadas en tiempos de crisis. Además, tenía la reputación de tener nervios de acero. A pesar de su propia confusión inicial sobre los primeros eventos del asalto, en pocas horas diseñó, junto con Bittrich, la estrategia defensiva dividiendo la zona en tres sectores. A las 23:15, Model ordenó la organización de tres fuerzas de resistencia con las tropas que tenía disponibles:

  • En Eindhoven, el Kampfgruppe Chill, la Brigada Panzer 107 y la 59ª División de infantería, comandados por Student
  • En Nimega, la unidad Wehrkreis VI reforzada por la 10ª División Panzer SS, comandados por el General Eugen Meindl
  • En Arnhem, el II Cuerpo Panzer SS, que ya había sido enviado por Bittrich; comandados por el Teniente General Hans von Tettau. Inicialmente no se sabía que las fuerzas de Sepp Krafft ya estaban en el área, pero éstas se unieron al grupo de von Tettau, llamado Kampfgruppe Tettau.

Segundo día, liberación de Eindhoven (18 de septiembre) 

En la mañana del 18 de septiembre ningún comandante de Market Garden, incluido Montgomery, sabía cuál era el estado de la operación. Las tropas tampoco tenían completa certeza del estado de las demás unidades, por lo que cada una actuaba de manera independiente tratando de seguir los planes trazados.

Frente británico aerotransportado 

Al amanecer, los Batallones de Paracaidistas 1° y 3° continuaban detenidos en escaramuzas con los alemanes, quienes estaban lenta pero continuamente diezmando a los británicos. Se desconocía el paradero del General Urquhart, quien el día anterior había entrado en combate en la carretera Utrecht-Arnhem junto con la retaguardia del tercer batallón. Los fallos en radiocomunicación impidieron que Urquhart avisara de su situación, por lo que cada batallón tuvo que seguir adelante con el plan sin saber de su General. Urquhart sintió en ese momento que comenzaba a perder el control del asalto.16 A lo largo de la noche, algunos soldados británicos consiguieron alcanzar el sector norte del puente de Arnhem, que estaba siendo retenido obstinadamente por el 2° batallón de John Frost. Al amanecer, Frost calculaba que tenía 600 o 700 hombres en este sector del puente. A lo largo del día llegaron 200 más. El 1° y 3° batallones habían sido reducidos a la sexta parte de su fuerza original. El mismo día se hizo el segundo salto, que consistía en la 4ª Brigada de paracaidistas completa.

Frente estadounidense y XXX Cuerpo de Ejército 


  • 82ª División. Grave estaba bien defendida por los alemanes. Aunque la 82ª División había tomado la colina cercana a Groesbeek al este de Nimega, la presión por parte del ejército alemán no disminuyó y la división se mantuvo a la defensiva en HorstGrafwegen y Riethorst. Por la mañana, los alemanes capturaron las zonas justo donde se habían programado los aterrizajes del segundo salto para las 13:00. La 82ª División consiguió rescatar las zonas de aterrizaje a las 14:00, capturando 16 cañones FlaK y 149 prisioneros. La segunda oleada de paracaidistas no llegó hasta las 15:30, trayendo elementos de tres batallones y recursos médicos.
  • 101ª División y XXX Cuerpo de Ejército. Después de perder el puente de Son, la 101ª División intentó tomar un puente similar que se encontraba a unos cuantos kilómetros al norte, pero el acceso estaba bloqueado. Al ir entonces hacia el sur llegaron a Eindhoven, donde se encontraron con unidades de reconocimiento del XXXº Cuerpo. A las 16.00 consiguieron avisar que el puente de Son había sido destruido y que necesitaban instalar un puente prefabricado. El XXX Cuerpo llegó poco después a Eindhoven, donde esperó a que los Ingenieros Reales Británicos colocaran el puente. En ese momento, la operación iba retrasada 36 horas.

Tercer día, toma de Grave (19 de septiembre) 

Frente británico 

Antes del amanecer del martes 19, los batallones 1° y 3° de la 1ª Brigada de Paracaidistas británica intentaron tomar de nuevo el puente de Arnhem. Una vez más fueron detenidos antes de llegar y dispersados con 150 bajas. Al verse superados numéricamente, comenzaron a replegarse hacia Oosterbeek. El 2° Batallón continuaba en posesión del acceso norte del puente, y resistió a lo largo del día los repetidos ataques alemanes. Al finalizar el día, el 2° Batallón continuaba siendo la única fuerza aliada resistiendo en Arnhem.


A las 7:45, llegó a Oosterbeek el General Urquhart, de quien se presumía que había muerto o había sido capturado. Urquhart había estado incomunicado durante casi 39 horas mientras él y la retaguardia del Tercer Batallón combatían en lucha desigual en la carretera a Utrecht. En los combates se perdió el equivalente a una Compañía y el General llegó a Oosterbeek manejando un jeep. Al llegar, el General ignoraba que sus tropas habían tenido muchas bajas y creía que aún podían tomar el puente de Arnhem.

Al norte, la 4ª Brigada de paracaidistas llegada el día anterior intentó romper el frente alemán. Sin comunicaciones, y con la feroz resistencia alemana, la brigada tuvo que detener el ataque tras sufrir bajas considerables. Por haberse dispersado demasiado y estar rodeados por el enemigo, habían perdido tanto su capacidad ofensiva como sus posibilidades de auxiliar a Frost y su 2° batallón. Se replegaron hacia una zona defensiva en Oosterbeek, creando un bastión en la orilla norte del Rin. Se había programado que la Brigada de Paracaidistas Polacos llegase ese día, pero no pudieron despegar de Inglaterra por la densa niebla de la mañana. Sus planeadores de transporte de cañones anti-tanque y vehículos sí tuvieron suerte y consiguieron salir a tiempo, pero aterrizaron en medio del fuego cruzado cuando la 4ª Brigada de paracaidistas estaba batiéndose en retirada.

Estos acontecimientos cambiaron la inicialmente optimista opinión de Urquhart, que recordaría el martes 19 como el trágico día en que la suerte empezó a cambiar para los aliados.

Frente estadounidense 

  • 82ª División y Cuerpo XXX. A las 08:20 el Cuerpo XXX había conseguido llegar hasta Grave, lo cual liberó al regimiento de paracaidistas que estaba allí apostado. Por la tarde las primeras unidades del Cuerpo XXX llegaron a Nimega. Intentaron tomar el puente pero fueron rechazados a 400 m de él, prosiguiendo la escaramuza durante la noche. El Cuerpo XXX fue reforzado con regimientos de infantería y se hizo un segundo intento que incluía cruzar el río Waal en botes para atacar desde los dos extremos del puente simultáneamente, pero los botes no llegaron ese día. Como consecuencia, por segunda vez consecutiva, el Cuerpo XXX no pudo atravesar un río, contrariamente a lo que se había planeado. Las primeras noticias que recibieron del frente británico en Arnhem no llegaron de los aliados sino de la propaganda alemana, que afirmaba que Urquhart estaba muerto y que la 1° División Aerotransportada había sido destruida.
  • 101ª División. Estacionada en Eindhoven, parte de la División marchó al norte para tomar Best pero fueron rechazados por los alemanes, quienes a su vez pretendieron avanzar sobre Eindhoven, hasta que los tanques británicos los detuvieron esa tarde. La División ocupó gran parte del día en defender el puente prefabricado que se había tendido.

Cuarto día, cambios en Arnhem y Nimega (20 de septiembre) 

Alemania recupera el puente de Arnhem 



El 2° Batallón británico consiguió ponerse en comunicación con el resto de la 1ª División a través de teléfonos públicos. Las malas noticias que recibieron fueron que la División no estaba en condiciones de rescatarlos o apoyarlos y que el Cuerpo XXX no había llegado aún. Por la tarde, la situación del Batallón de Frost era crítica, por el alto número de heridos y por la escasez de municiones. Los víveres y suministros médicos eran reducidos, a tal punto que el batallón negoció una tregua de dos horas para trasladar a los heridos, incluyendo a Jonh Frost, hacia hospitales bajo control alemán, donde permanecieron como prisioneros de guerra.

Al transcurrir el día, el ejército alemán fue dominando uno por uno a los focos de resistencia, recuperando el puente. Esto permitió que los soldados alemanes se desplazaran hacia el sur para reforzar a sus unidades en Nimega. Aunque la resistencia británica continuó en zonas aisladas, en pocas horas prácticamente todos fueron controlados y los supervivientes fueron hechos prisioneros.17

El plan original de Market Garden estimaba que la 1ª División Aerotransportada, consistente en 10.000 hombres, sería capaz de tomar el puente de Arnhem y mantenerlo bajo su control por cuatro días. En realidad, solamente fueron necesarios alrededor de 700 hombres para tomarlo y retenerlo, aunque por menos tiempo y frente a un enemigo más poderoso que el estimado inicialmente. La tenaz resistencia de Frost y su batallón es considerada una de las mayores hazañas militares de la guerra.

Oosterbeek 

Al oeste de Arnhem, los soldados que restaban de la 1ª División se reunieron en Oosterbeek para la resistencia final. Durante el día no se recibieron ataques de consideración en el poblado, pero las fuerzas aliadas que se estaban replegando hacia allí sufrieron los ataques constantes de los alemanes y su artillería. La 4ª Brigada sufrió fuertes bajas, por ejemplo solamente 60 hombres del 10° Batallón llegaron a salvo a Oosterbeek por la tarde.

El 156° Batallón de paracaidistas vio reducido su número a 150 soldados antes de verse atrapados con su acceso a Oosterbeek bloqueado por tropas alemanas, permaneciendo ocho horas en un rellano en el bosque. En un desesperado ataque con bayonetas al anochecer, 75 hombres consiguieron traspasar la línea alemana y refugiarse en Oosterbeek. Los soldados refugiados en Oosterbeek no se enteraron de la suerte que habían corrido sus compañeros en Arnhem hasta varios días después.

Los aliados toman Nimega 

Los botes de lona que se habían solicitado para atravesar el río Waal llegaron apenas por la tarde. Se ordenó apresuradamente que el ataque se hiciera de inmediato, para no perder otro día más. A las 15:00 un Batallón de la 82ª División cruzó el río en 26 botes. La travesía fue difícil porque los soldados no estaban familiarizados con el diseño de los botes británicos, y, ante la falta de algunos remos, algunos soldados utilizaron la culata de sus rifles. La mitad de los botes consiguieron llegar a la otra orilla. Los soldados supervivientes tomaron por asalto la parte norte del puente, después de atravesar 200 m de terreno abierto bajo fuego enemigo. Las fuerzas alemanas se retiraron de ambos lados del puente, el cual fue ocupado rápidamente por tanques irlandeses y el 2° Batallón de la División. El puente fue finalmente tomado por los aliados después de cuatro días de combate. La costosa operación fue llamada "pequeña Omaha", en referencia a la playa de Omaha en Normandía.

Hacia el este, los ataques alemanes en las colinas circundantes rindieron frutos. Alemania capturó el único puente que era apropiado para el paso de tanques. En ese momento se hizo evidente que la intención alemana era tomar la autopista, partiéndola en dos secciones donde se pudiera aislar a las unidades aerotransportadas del Cuerpo XXX. Los aliados contraatacaron en Mook, lo cual replegó a los alemanes a las 20:00.

Quinto día, Der Hexenkessel (21 de septiembre) 



Tras la captura del puente de Arnhem por parte de Alemania, la batalla en el extremo norte del corredor se trasladó hacia Oosterbeek, donde los británicos se habían retirado. El ejército alemán rodeó poco a poco a las tropas británicas por los flancos Este, Oeste y Norte. Al sur, el río Rin impedía el escape de los británicos. La batalla en Oosterbeek se redujo entonces a intentar someter al último reducto británico, en la zona que los alemanes llamaron el caldero de las brujas (en alemán Hexenkessel, en inglés witches' cauldron).

Llegada de los paracaidistas polacos 

Tras un retraso de dos días por mal tiempo, los paracaidistas de la 1ª Brigada Independiente de Paracaidistas Polacos llegaron finalmente a la zona de Arnhem, aterrizando por la tarde cerca de Driel, al sur del Rin. Sus provisiones cayeron a 15 km de distancia. Los polacos planeaban usar un ferry para cruzar el río y reforzar a la 1ª División en Oosterbeek, pero vieron que la orilla opuesta del río estaba dominada por el enemigo y que el ferry no estaba, sus amarras se habían soltado días atrás. Impotentes, los polacos se replegaron hacia Driel para pasar la noche.

Antes del salto, Sosabowski había tenido oportunidad de ver el puente de Arnhem desde el aire. Al ver que los tanques sobre el puente avanzaban de norte a sur, dedujo que el puente estaba en manos alemanas, al contrario de lo que Lewis Brereton le había dicho esa mañana. Viendo que los británicos habían fracasado en la toma del puente, y a juzgar por el intenso fuego antiaéreo que los recibió al saltar, Sosabowski se convenció de que él y sus tropas estaban saltando hacia un sacrificio seguro.18

Nimega 

Al mediodía, los tanques del Cuerpo XXX reanudaron su marcha hacia Arnhem, tras reorganizarse por la confusión causada por la batalla del día anterior. La mitad de la División irlandesa había sido destacada para apoyar a la 82ª División Aerotransportada. La mitad restante necesitaba combustible y estaba exhausta por el combate. Como la División irlandesa era la punta de la avanzada del Cuerpo XXX, el resto de las unidades tuvo que aguardar detrás de ellos, ya que no había rutas alternativas.

Esta demora fue un respiro para el ejército alemán, que consiguió acumular sus defensas al sur de Arnhem, facilitado por su posesión del puente. Cuando los irlandeses estaban a la vista, una fuerte defensa alemana detuvo por completo el avance del Cuerpo XXX. La 43ª División fue enviada a la vanguardia con órdenes de continuar el ataque y unirse en Driel a los polacos, con quienes se había conseguido establecer contacto por radio. Sin embargo, se encontraban a más de 30 km detrás de la Guardia Irlandesa, con todo el resto del Cuerpo XXX bloqueando el paso en un monumental atasco de tráfico. No fue hasta el día siguiente que la 43ª División consiguió cruzar el río Waal e iniciar su avance. A las 15:00, una flota de 400 aviones aliados C-47 dejó caer provisiones, las cuales fueron recuperadas en un 60%, en parte gracias a la ayuda de civiles neerlandeses.

Sexto día, el viernes negro (22 de septiembre) 

Contacto entre polacos y el Cuerpo XXX 


El ejército alemán comenzó a utilizar morteros contra las posiciones aliadas mientras sus tropas descansaban de los duros e infructuosos combates de los días anteriores. Los alemanes trajeron a Oosterbeek 110 piezas de artillería para mantener a los aliados ocupados protegiéndose de los proyectiles y limitaron sus ataques directos a posiciones específicas, o incluso a casas individuales.

Las tropas polacas no podían cruzar el río Rin para apoyar a sus aliados pero su presencia ayudó a retirar parte de las tropas alemanas que rodeaban a la División británica. Bittrich estaba convencido de que los polacos habían llegado a Arnhem con el propósito de atacar la retaguardia alemana y evitar que la División alemana que se dirigía a Nimega pudiera cruzar el puente de Arnhem. De ese modo, Bittrich desvió hacia Driel a cerca de 2.400 soldados que estaban en Oosterbeek. Los soldados entraron en combate con las tropas polacas.

Por la mañana, una unidad de reconocimiento del Cuerpo XXX salió de Nimega en medio de la niebla y se dirigió a Driel, donde se sabía que estaban las tropas polacas. No fue posible que otras unidades del Cuerpo XXX los siguieran, ya que la niebla se levantó, exponiendo cualquier salida al fuego enemigo. La unidad de reconocimiento llegó a Driel al anochecer. Entre las dos unidades trataron de cruzar el río esa noche, sin éxito. La estrategia usada consistía en usar balsas improvisadas unidas por cables, pero los cables se rompían frustrando cada intento. En la madrugada, el cruce se intentó nuevamente utilizando dos vehículos anfibios, los cuales quedaron atascados en la orilla del río. A las 3:00, cuando sólo 52 hombres habían conseguido atravesar, todos los intentos fueron cancelados.

Ataques alemanes al corredor aliado 

Horrocks notaba que la crisis estaba creciendo a velocidades cada vez mayores. Este día, al que después llamaría "viernes negro"(o Black Friday), las tropas de Market Garden recibieron una comunicación de laRAF, avisando que todos los vuelos programados para reaprovisionar a las tropas habían sido cancelados, por mal tiempo en Inglaterra y en los Países Bajos. También había sido cancelado el apoyo de cazas que urgentemente necesitaban. Aunque gran parte del corredor de la autopista del infierno seguía en manos aliadas, las contraofensivas alemanas se hacían cada vez más frecuentes a lo largo de toda la autopista.

Algunas unidades alemanas se concentraron entre Veghel y Grave. Este punto había sido escogido personalmente por Walther Model porque contenía cuatro puentes relativamente cercanos entre sí. La resistencia neerlandesa descubrió a las fuerzas alemanas antes de que atacaran en Veghel y avisaron a la 101ª División Aerotransportada. Los estadounidenses consiguieron resistir al ataque durante cuatro horas pero al final el ejército alemán consiguió cortar a la columna aliada en Uden. El resultado fue crítico para la batalla que estaba siendo librada en Arnhem, ya que Horrocks tuvo que mandar tanques de regreso a Veghel para recuperar la autopista del infierno.

Séptimo día, división del Cuerpo XXX (23 de septiembre) 

Los repetidos intentos de los polacos por cruzar el río motivaron que las tropas alemanas dedicaran el día a tratar de despejar a los británicos que se encontraban en la orilla norte del Rin. Los británicos resistieron los repetidos ataques, sufriendo numerosas bajas e infligiendo igual cantidad al ejército alemán. Los alemanes también atacaron a las tropas de Polonia que estaban al otro lado, pero el ataque fue de corta duración, por la llegada de varios tanques del Cuerpo XXX que reforzaron a los polacos. Ciento cincuenta polacos más consiguieron llegar al otro lado del río, gracias a botes canadienses recién llegados.

Al sur, los alemanes tuvieron que dejar el pedazo de autopista que habían conquistado en Uden el día anterior, ya que los refuerzos del Cuerpo XXX habían vuelto. Al final del día, el Cuerpo XXX se encontró fragmentado en tres unidades: las fuerzas que pretendían continuar avanzando por la autopista del infierno hacia el norte, pero que estaban detenidas por el ejército alemán justo 20 kilómetros antes de Arnhem; las fuerzas que fueron desviadas hacia Driel para intentar respaldar a Urquhart y Sosabowski; y las fuerzas que debieron volver hacia el sur para recuperar los tramos de autopista conquistados por Model.

Octavo día, el último intento (24 de septiembre) 

Por la mañana, sesenta tanques Tiger alemanes llegaron a manos de Model, listos para entrar en combate. Al sur de Veghel hubo un nuevo intento alemán por tomar la autopista. El intento fue exitoso y las tropas se prepararon para resistir toda la noche. Los aliados no tenían claro si este ataque representaba una amenaza seria pero de cualquier modo se decidió montar un nuevo frente en Nimega.

En Arnhem se hizo un nuevo intento por reforzar a la 1ª División con soldados que atravesaran el Rin. Dos Compañías del 4° Batallón del Regimiento de Dorsetshire, apodados Dorsets, consiguieron atravesar el río, pero llegaron a la otra orilla justo entre dos posiciones alemanas. De los 315 soldados que atravesaron el río, solamente 75 consiguieron llegar a Oosterbeek y el resto fue capturado. Urquhart se encontraba en una posición desesperada, pues ahora sus tropas eran superadas en proporción de cuatro a uno. Con las escasas provisiones y armamentos que tenían, los Diablos Rojos creían que era sólo cuestión de tiempo que los alemanes ocuparan el Caldero por completo.

Horrocks se había resistido a pensar en ordenar la retirada, pues creía que después de tanto trabajo para llevar al Cuerpo XXX tan cerca de Arnhem, lo cual parecía casi imposible, sólo era cuestión de un golpe final para conquistar el norte del Rin. Sin embargo, ante el nuevo fracaso por cruzar el río, accedió a la propuesta del General Browning para acordar un plan de retirada.

Noveno día, retirada final (25 de septiembre) 


Urquhart y su 1ª División Aerotransportada recibieron la orden de retirada a las 6:05.19 Sin embargo, la División tuvo que esperar a que cayera la noche para intentar cruzar el Rin de norte a sur. Durante el día, los alemanes formaron dos Grupos de Combate SS que atacaron a los británicos desde el oriente. El ataque comenzó con éxito y puso en peligro a la última defensa de la División, pero finalmente fue repelido por los británicos. La División comenzó la retirada a las 22:00. Consiguieron desalojar a 2.398 soldados que atravesaron a la orilla sur del río,20 entre ellos Urquhart y Arnoldus Wolters. Cuando amaneció al día siguiente, aún quedaban trescientos hombres del lado norte. El fuego alemán impidió que atravesaran el río, por lo que tuvieron que rendirse. La 1ª División Aerotransportada había saltado con más de diez mil hombres. De éstos, 1.485 murieron, y 6.414 fueron capturados. Entre los prisioneros había alrededor de dos mil soldados heridos.

Los aliados recibieron a los supervivientes de la 1ª División Aerotransportada en Nimega y retuvieron la posición (que sería llamada el Saliente de Nimega) hasta noviembre de 1944, cuando la entregaron al Primer Ejército de Canadá. El ejército canadiense retuvo la posición sin cambios hasta febrero del año siguiente, cuando se ejecutó la Operación Veritable, que liberó Arnhem de la ocupación alemana.

Resultado de la operación 

Los objetivos de la Operación Market Garden no fueron cumplidos. Los aliados fracasaron en retener una cabeza de puente sobre el río Rin; no lograron rodear la Línea Sigfrido, ni estaban en condiciones de intentar un avance por el Ruhr. Nimega, Oosterbeek y Arnhem fueron devastadas, y los ejércitos de ambos bandos quedaron exhaustos y diezmados. Market Garden es considerada una victoria táctica de Alemania y la mayor catástrofe que las fuerzas estadounidenses y británicas habían recibido. Optimista, Montgomery consideró que, de cualquier modo, la Operación fue 90% exitosa ya que se habían cumplido todos sus objetivos excepto capturar el puente de Arnhem y ahora el frente aliado contaba con una cabeza de puente en Nimega. El historiador estadounidense John Warren, considerando que el resto no valía nada sin Arnhem, dijo que los aliados habían conseguido "un corredor de 80 kilómetros que no lleva a ningún lado".21

Análisis posteriores 



Desde 1944, la Operación Market Garden ha sido analizada por numerosos historiadores y militares, que, en su mayoría, atribuyen el fracaso aliado a la acumulación de errores y las malas decisiones de los Comandantes, combinados con la mala fortuna. Algunos han reconocido también la alta capacidad del ejército alemán para reinventarse en medio de una crisis, formando eficientes grupos de combate a partir de unidades dispersas y mal equipadas. Se han explorado las alternativas que no fueron tomadas en cada etapa y algunas de las conclusiones a que se ha llegado son:

  • Plan excesivamente optimista. Prácticamente, el plan de Market Garden no daba margen de maniobra en caso de que algo saliera mal, por lo que el mínimo desvío orilló a los aliados a situaciones extremas.
  • Mala elección de los lugares de salto. En el caso de la 1ª División Aerotransportada Británica, la lejanía entre el lugar de salto y el puente de Arnhem eliminó el factor sorpresa y facilitó que las fuerzas de Krafft se interpusieran en su avance. Después de un cambio de último momento ordenado por Brereton, los paracaidistas polacos aterrizaron en medio de dos divisiones Panzer y lejos de los Diablos Rojos, a los que debían reforzar. Adicionalmente, los alemanes descifraron los códigos que designaban algunas zonas de envío de suministros y sin querer los aliados entregaron 390 t de víveres, municiones, armas y artículos médicos a los alemanes.22
  • Lento avance del Cuerpo XXX. En ocasiones, las fuerzas terrestres se vieron impedidas de avanzar con la velocidad deseada, como al atravesar Eindhoven en cuatro horas, por la cantidad de gente que salía a recibirlos en las calles; o cuando los alemanes volaron el puente de Son y el avance se vio detenido hasta que se construyó unpuente Bailey para cruzar. En otras ocasiones, el Cuerpo XXX decidió que se harían paradas tácticas, para pasar la noche o para reabastacerse de combustible. La mayor barrera a la que el Cuerpo XXX se enfrentó fue la batalla por el puente de Nimega. Según el plan, para cuando se consiguió capturar el puente, el Cuerpo XXX ya debía haber llegado a Arnhem.
  • Falta de confianza en la red clandestina neerlandesa. Los británicos dudaban de la confiabilidad de la información que proporcionaba la resistencia neerlandesa y su red clandestina de Inteligencia. El coronel alemán Hermann Giskes había infiltrado la red en 1942, consiguiendo frustrar las acciones de Inteligencia en los Países Bajos durante los siguientes veinte meses. La infiltración fue descubierta en noviembre de 1943 y la red neerlandesa fue limpiada y renovada. Sin embargo, esto no fue suficiente para ganar de nuevo la confianza británica. En septiembre de 1944, la resistencia neerlandesa tenía datos sobre los movimientos alemanes en Arnhem. Estos informes fueron transmitidos a los británicos por Henri Knap, Arnoldus Wolters y hasta el príncipe Bernardo de los Países Bajos; y sin embargo fueron descartados. Esta desconfianza también impidió que los Diablos Rojos entraran en contacto inmediatamente con la resistencia en Arnhem, la cual les habría dado apoyo con hombres, provisiones e información.
  • Tipo de combate. El retraso del Cuerpo XXX obligó a las Divisiones de paracaidistas a resistir más de la cuenta y trabar combates casa por casa en Nimega, Arnhem y Oosterbeek. Este tipo de combate es propio de unidades de infantería y los paracaidistas no estaban entrenados para ello.
  • Fragmentación del Cuerpo XXX. Muchos historiadores se concentran en lo que salió mal en Arnhem y Oosterbeek. Sin embargo, olvidan que el Cuerpo XXX fue detenido por los alemanes justo al norte de Nimega, lo cual cambió el destino de los Diablos Rojos.23
  • Reorganización del ejército alemán. Las maltrechas e incompletas fuerzas alemanas se reorganizaron en grupos de combate con una formidable rapidez. Tras la sorpresa inicial, los alemanes consiguieron reunir a las tropas de diez a once batallones en Arnhem para la noche del 17 de septiembre. En Nimega sólo había dos batallones el primer día pero en 24 horas las fuerzas habían crecido a trece batallones, más nueve en Best y Son. Los números continuaron creciendo conforme iban llegando más refuerzos a la zona. La premura en formar las fuerzas de resistencia provocó que muchas de las tropas de refuerzo estuvieran formadas por adolescentes de 15 a 17 años de edad con poco entrenamiento. Se calcula que solamente el 10% de las tropas alemanas podía considerarse veterana en combate.24 Para esta reorganización fueron necesarias una alta capacidad de improvisación y una gran flexibilidad, apoyadas por la dirección estratégica de Walther Model.
  • Tanques alemanes cerca de Arnhem. Además de los informes neerlandeses sobre actividad alemana en el área de Arnhem y Oosterbeek, los británicos tenían fotografías de reconocimiento que confirmaban los informes. Sin embargo, decidieron ignorarlas alegando que se trataba de equipos descompuestos.
  • Mal tiempo. Solamente el primer día se gozó de un clima propicio para la aviación. El resto de la Operación, el mal tiempo en Inglaterra y los Países Bajos impidió que los siguientes saltos se efectuaran como estaba planeado, además de que las tropas aliadas carecieron de los cazas de apoyo necesarios.
  • Escaso apoyo aéreo. A pesar del enorme poderío aéreo aliado, el mando aliado no prestó la debida atención al logro de la superioridad aérea sobre la zona de combates, empleándose la aviación aliada en misiones secundarias. Esto permitió a la Luftwaffe frenar las operaciones paracaidistas y de suministros aéreos.
  • Poca flexibilidad del mando británico. El mando de las unidades británicas mostró poca iniciativa y lentitud en la toma de decisiones.

Bajas 

Ambos bandos sufrieron un considerable número de bajas, llegando a ser más del 90% de algunas unidades, como en el caso del SS Kampfgruppe Gropp que perdió al 91% de sus efectivos.25 Las cifras oficiales de las bajas son meramente una aproximación. En el caso alemán, algunas unidades fueron reforzadas durante el combate con reclutas sin experiencia, incluyendo a trabajadores de la Luftwaffe o del ferrocarril que no habían sido entrenados para luchar. También esto dificultaba el conteo de los soldados que habían tomado las armas y por lo tanto dificultó el estimado de las bajas. Además del conteo oficial, se han hecho varios estimados basados en investigaciones de diarios personales, entrevistas, conteo de tumbas y revisión de reportes.26 27 28 29 En cualquier caso, se sabe que los aliados sufrieron más bajas que en el desembarco de Normandía, con el Reino Unido llevando la peor parte.

Bajas, números estimadosMuertosHeridosDesaparecidosCapturadosTotal
Alemania nazi4.000 a 8.000indefinidoindefinido~13.00030
Reino Unido1.130 (Market) + 5.354 (Garden) = 6.4848516.45013.785
Estados Unidos3.9743.974
Polonia102309411


Adicionalmente, la resistencia y los civiles de los Países Bajos sufrieron cerca de quinientas bajas en Arnhem y Oosterbeek, aunque se cree que el número de bajas, entre muertos y desaparecidos, pudo haber llegado a 10.000 por el invierno de hambre y privaciones que siguió a la Operación.
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